Mi profesor de lengua y mayor escritor que e conocido en mi vida.
En sus clases se aprende un montón, no solo de lengua... si no también de cocina,de como subir unas escaleras etc.
Siempre que toca lengua todos esperamos al profesor con mucho entusiasmo aunque el diga que le tocamos un poco las narices,pero no lo hacemos con intención de fastidiar la clase, ni mucho menos.
Lo que pasa es que nos ponemos muy nerviosos con sus múltiples actividades.
Pero de verdad profe que te apreciamos un montón.
1 comentario:
Bueno, Lucía, he cumplido mi palabra. Un abrazo.
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